Me acuerdo de un capítulo de The Sex and the City en que Carrie (la protagonista) sale con un chico más joven que ella y se sorprende al saber que uno de sus exes es un varón. En el episodio se presenta la bisexualidad como una grieta generacional: mientras que a Carrie y a sus amigas (+30) les sorprende, al grupo de amigues en sus 20 les resulta lo más natural. En una escena, están jugando a la botellita, a Carrie le toca una chica y dice “Me tocó una chica, tiro de nuevo” (sí, cita textual, eh) y la chica le planta el beso no más, onda lo que toca, toca, darling. Sí, la serie tiene más de veinte años, ya sé, pero acá estamos en el tercer mundo, la tecnología tarda más en llegar y se ve que la deconstrucción de la heteronorma también.

 

Resulta que ahora todas las pibas somos bisexuales o pansexuales. Se ve que está de moda como eso de reclamar derechos y pedir que nos dejen de matar… Me fui de tema. A lo que voy. Yo veo les pibis de ahora y me da como un no-se-qué que me hace sonreír de notarles tan libres (o al menos así se ve). De chica no se me ocurrió pensar que me gustaban las chicas. O sea, reconocía la belleza, pero no iba a decir que me gustaba Lucía, no sé. Me di cuenta de que no era tan heterosexual como pensaba a los veintiséis. Conocí a una mujer que me hizo galopar el corazón. Escuchaba su voz en los audios de Whatsapp y sonreía como una gila y esas cosas, ya saben, c’est l’amour. Tuve que elaborar la idea. Yo tan heteronormadita. Y ahí, recapitulando, me di cuenta de que, a lo mejor, sí me gustaba Lucía (nombre de fantasía, aclaro por las dudas).

 

Y entonces… ¿Cómo es que si a los 16, a los 11, a los 6, me gustaban las chicas me di cuenta recién a los veintiséis? Porque nadie me dijo que me podían gustar. A ver, sabía que existían las lesbianas, pero a mí me gustaban los chicos. Entonces, si me gustaban los varones, por descarte no me podían gustar las mujeres. Eso era de gente que no sabe bien lo que quiere, o de homosexuales que no se animan, o de curiosxs, o porque está de moda… Que poco legitimada la bisexualidad, por favor.

 

¿Y a qué viene todo esto? A nada, de eso se trata esta columna gente, si esperaban algo medianamente coherente leyeron mal el flyer. Bueno sí, es un poco una autoreflexión y una invitación a que se pregunten ¿Quién les dijo quién les gusta? ¿Se animan a sentir y a desear por fuera de lo que les dijeron que podían?

 

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Cuando uno empieza a hacerse estas preguntas, cuando uno empieza a cuestionar lo normado… se siente un poco como un terremoto. Dependiendo de qué tanto movimiento hubo, será la cantidad de ruinas que quedan. Ruinas que yo veo como oportunidades; para limpiar y empezar de nuevo.

Hace un año aproximadamente que pude expresar en voz alta que a mí no solo me gustaban los varones cis, usé la palabra bisexual (aun me cuesta decirlo). La persona que me escuchó no se sorprendió, ya lo sabía. Había algo en mí que él había observado que lo hacía evidente. Un largo camino recorrí para poder llegar a ese momento y siento que ese camino tiene que ver con el deseo.

 

Ya sea une personaje de una serie, alguien que conocía, algune musique… siempre hubo alrededor mío intereses fuera de la norma hetero, solo que nadie me dijo que eso era posible. Pensé sinceramente que algo había mal en mí.

 

Hoy ya no siento eso pero sigo transitando un camino muy lento donde despejo ese deseo. Recien ahora estoy permitiendome sentir por otres (no varones cis) todo eso que sentimos cuando gustamos de alguien.

 

Por ahí pienso… ¿cómo voy a hacer para que se dé cuenta? ¿Cómo hago para invitarle a salir? y la realidad es que me haría las mismas preguntas con un varón cis. Porque estamos en este momento muy “en una” vincularmente. Salir con otres, conocerse, darse el tiempo está siendo bastante complejo... pero eso es tema para otra columna.

 

Hoy en día la diversidad está un poco más visibilizada y estoy encontrando que espacios habitados por estas diversidades son espacios donde fluye una energía preciosa.

¿Te animas a cuestionar tus deseos?