Posiblemente, desde estas mismas coordenadas de la virtualidad, ya se hayan acercado a las páginas del primer número del fanzine Quilombazo, primera publicación de la editorial del mismo nombre.

Ahora bien, al parecer los 5 revoltosos que dan mecha a esa publicación y sus secuaces de ocasión, se quedaron con varias cosas en el tintero.

Es así como surge entonces la idea de un extra. Una yapa. Un changüi. íbamos a decir que la expresión bonus track es más moderna, como para que nos entienda todo el mundo. Pero, en esta actualidad de escucha de música por playlist, el concepto de disco se va extinguiendo. Y con él, esas canciones que nos sorprendían cuando nos acercábamos a cambiar el CD que ya había terminado.

Quizás el concepto de escena post-créditos sea uno de mayor actualidad. Pero este Quilombito es mucho más que eso: se trata de creaciones que no entraron en el enfoque conceptual del primer número, o que surgieron recientemente y no pudieron esperar al Quilombazo 2 para ver la luz del ciberespacio. De cualquier forma, se trata de un suculento plato de historias, ilustraciones y demás que, como esos platos bien bien finos, se disfruta mejor estando prendido fuego.